Se están mezclando cifras y conceptos que pueden confundir, pero el resumen es en realidad sencillo: vacunémonos cuanto antes con cualquiera de las vacunas aprobadas, porque las tres son seguras y eficaces. La experiencia acumulada tras más de 200 millones de dosis en el mundo es muy positiva.
El organismo europeo encargado de la aprobación de fármacos ha iniciado una ‘revisión continua’ de Sputnik V, la vacuna contra la covid-19 desarrollada por el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia, ante los resultados de laboratorio y de los estudios clínicos efectuados.
La vacunación en España es voluntaria, aunque existen algunas situaciones excepcionales en las que se podría imponer de forma forzosa. Amós José García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, explica por qué es mejor no obligar a la sociedad a inmunizarse.
Olga Ramírez Balza, del Grupo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, responde a todas nuestras dudas sobre la vacunación contra el SARS-Cov-2 en diferentes colectivos vulnerables como mujeres gestantes o que buscan un embarazo, madres lactantes y niños.
El investigador español destaca los resultados de este principio activo contra el SARS-CoV-2 en células y ratones, aunque recalca que aún no se sabe con seguridad si funciona. Mientras, PharmaMar, la empresa española que fabrica este medicamento, anuncia negociaciones para empezar sus ensayos clínicos en fase III.
Los nuevos datos del ensayo de Oxford-AstraZeneca han revelado resultados inesperados. La primera dosis mantiene su eficacia hasta al menos 90 días, incluso es recomendable retrasar hasta entonces la segunda inyección para optimizar la respuesta. Además de los síntomas, la vacuna redujo el número de casos positivos, lo que sugiere que podría ayudar a frenar la transmisión.
Investigadores del Grupo Español de Cáncer de Pulmón muestran los beneficios de la denominada ‘quimioterapia metronómica’, que permite combinar dosis bajas de varios fármacos de forma ininterrumpida, lo que reduce el riesgo de reacciones adversas. Los expertos consiguieron resultados de supervivencia y progresión de la enfermedad similares al tratamiento estándar, pero reduciendo la toxicidad un 80 %.
Una de las preguntas clave de la pandemia es saber el tipo de inmunidad que genera el virus y el tiempo que se mantiene. Hay noticias positivas. La infección produce linfocitos B de memoria que no disminuyen seis meses después. Además, evolucionan. Los anticuerpos que producen tienden a ser más potentes y versátiles, y podrían ser más eficaces contra nuevas variantes.