En tan solo ocho horas, una nueva herramienta es capaz de identificar la bacteria E. coli en la carne de consumo humano. La técnica, basada en el ARN del patógeno, ofrece una gran fiabilidad de resultados. El consumo de alimentos contaminados por la cepa E. coli O157:H7 provoca diarrea, vómitos y, en ocasiones, colitis hemorrágica.
La presión sanguínea modula la tendencia de cada persona a preocuparse y puede asociarse a un efecto ‘tranquilizador’ cuando es elevada. Así lo indica un nuevo estudio, liderado por investigadores españoles, que refleja que se puede aprender de forma implícita a aumentar la tensión arterial como modo de aliviar la tensión y el malestar emocional.
Un estudio publicado en la revista Heart pone de manifiesto una nueva evaluación de los riesgos cardiovasculares que tiene como objetivo comenzar su prevención lo antes posible. Se trata de una calculadora para computar dicho riesgo.
Los alérgicos al polen españoles sufrirán una primavera igual de potente que el año pasado. El Comité de Aerobiología de la Sociedad de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) advierte que los niveles de polen en el aire alcanzarán niveles algo superiores al del año pasado, una temporada que ya duplicó los niveles del 2012.
Hace tiempo que se sospechaba que los alimentos que consume la humanidad son cada vez más parecidos. Ahora, investigadores del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) lo confirman y documentan por primera vez con datos de las últimas cinco décadas, además de advertir sobre las graves consecuencias que esta homogeneización en las dietas trae para la agricultura, la nutrición y la seguridad alimentaria.
Un nuevo estudio analiza si una resaca después de una borrachera puede mediar en el tiempo que trascurre hasta el siguiente trago de alcohol. En contra de la creencia popular, los resultados indican que el malestar generado tras un episodio etílico posee un efecto muy modesto sobre la bebida posterior.
Dos estudios realizados por el laboratorio de Joan Guinovart, en el Instituto de Investigación Biomédica, han resuelto varias cuestiones clave sobre la acción del glucógeno en las neuronas. Un exceso de glucógeno causa la muerte de las neuronas, pero un defecto las deja desprotegidas cuando le falta oxígeno al cerebro.