Joseba Rios del CENIEH y un equipo de científicos hispano-francés descubren en un yacimiento al aire librede de Cantalouette II, de época auriñaciense, el grabado de un pájaro que contribuye a conocer el origen del arte figurativo
Un estudio liderado por la Universidad de Oviedo ha rescatado en más de 3.000 imágenes las restauraciones de monumentos durante el franquismo. Los investigadores han creado la mayor base de datos de acceso libre y gratuito para administraciones, profesionales, científicos y público en general. El estudio pone de manifiesto la utilización de determinadas empresas restauradoras para la difusión de la ideología del dictador
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana participa en un trabajo que demuestra la presencia de grupos humanos con tecnología achelense en el centro de la península ibérica durante más de 600.000 años.
Un estudio ha puesto de relieve las consecuencias económicas y urbanísticas del incendio del año 1447 en Valencia, entre ellas la desaparición de parte del trazado islámico de la ciudad y la reordenación urbana posterior. La investigación relaciona este devastador episodio con un crimen y la posterior ejecución pública de los culpables, en un momento en el que la ciudad era una de las más pobladas y dinámicas del occidente europeo.
Los esqueletos hallados en Nataruk (Kenia) muestran signos de un posible ataque intergrupal en el pasado. En la imagen, uno de los cráneos encontrados, en el que se aprecian las lesiones en las partes frontal y lateral. / Marta Mirazon Lahr
Un equipo de científicos ha encontrado en Nataruk (Kenia) los vestigios de una verdadera batalla campal entre dos grupos de humanos que vivieron hace unos 10.000 años. Los huesos presentan signos de golpes, roturas y heridas de flecha. Los investigadores creen que es el caso de violencia organizada más antiguo que se ha registrado científicamente, un precursor de lo que hoy llamamos ‘guerra’.
El individuo es un varón de entre 17 y 25 años, enterrado en una tumba de gran porte y con unos ajuares singulares con objetos elaborados de materias primas exóticas, algunas de ellas procedentes de fuera de la península, como el marfil o el huevo de avestruz.
Cuando moría un noble francés en los siglos XVI y XVII no era extraño que embalsamaran su corazón para enterrarlo cerca de la persona amada. Ahora un equipo de radiólogos, con la ayuda de imágenes por resonancia magnética y tomografía computarizada, ha rehidratadoalgunos de estos órganos centenarios para estudiar sus patologías cardiacas.
El Museo Arqueológico Nacional exhibe un valiso lingote recuperado de un pecio romano. MAN/UA