Un equipo de investigadores de la Universidad de Havard (EE UU) ha usado libros digitalizados como 'genoma cultural' para cuantificar con precisión una amplia variedad de tendencias culturales e históricas. Los académicos han analizado el 4% de todos los libros publicados en la historia como ‘registro fósil’ digital de la cultura humana.
El estudio del enterramiento magdaleniense descubierto el pasado verano en el yacimiento arqueológico de la Cueva del Mirón prosigue su marcha de manos de investigadores de las universidades de Cantabria y New Mexico. Las primeras fechas de carbono 14 obtenidas a partir de huesos de animales, incluidos en el mismo estrato que los restos humanos, han proporcionado una edad próxima a los 19.000 años, mientras que restos de madera carbonizada de enebro, procedentes del estrato que recubría al anterior, han permitido situar su formación hace unos 18.300 años.
Los investigadores han realizado un seguimiento de la frecuencia con la que las palabras aparecen en los libros a lo largo del tiempo para comprender mejor asuntos tan diversos como la memoria colectiva de la humanidad.
La realidad de las minas de Riotinto (Huelva) a principios del s. XX se había estudiado desde muchos puntos de vista pero, hasta ahora, nadie la había abordado desde la perspectiva de la historia de la comunicación y la propaganda. Para cubrir ese vacío, Francisco Baena, investigador de la Universidad de Sevilla, ha analizado la influencia de la prensa obrera a través del Archivo de la Fundación Riotinto, donde se conservan los periódicos obreros, y la correspondencia privada de la empresa.
Visitantes a la entrada del dolmen.
Un equipo de investigadores de las universidades de Sevilla, Granada, Cádiz y Málaga coordinado por la profesora Pilar Ostos, bucea en las fuentes notariales para reconstruir la hitoria social y económica de Andalucía a partir de unos documentos que, asegura Ostos, "ayudan a conocer la vida cotidiana de un lugar concreto con muchos detalles que otras fuentes no ofrecen".
"Tras la orden de expulsión en 1609, miles de moriscos se quedaron en España". Esta es la conclusión de un estudio internacional que ha analizado varios archivos para confirmar que a pesar de que a finales del siglo XVIII el Santo Oficio continuara su persecución, decenas de linajes musulmanes se ocultaron en el reino de Granada, como comerciantes de seda, médicos, boticarios, abogados, notarios y clérigos.