Las evaluaciones internacionales como PISA son útiles para comparar la educación de diferentes países. El problema surge cuando sus resultados se leen sin tener en cuenta factores clave, como el nivel socioeconómico y la tasa de fracaso escolar. Los expertos alertan de que no sirve de nada buscar ‘fórmulas mágicas’. Hay que saber analizar realidades más complejas que un simple listado.
Investigadoras de la Universidad Rovira i Virgili han estudiado cómo ven los chicos y chicas adolescentes a sus semejantes a partir de su imagen en redes sociales. Las etiquetas de “pija” y “choni” son frecuentes para clasificar la estética y la conducta sexual de las chicas. "Pija" es una noción neutra frente a la etiqueta despectiva de “choni”. Estos marcadores de clase establecen los límites entre las jóvenes en las redes sociales.
¿Quién no recuerda haber visto en la televisión un terrible choque de Fórmula 1 a toda velocidad? La competitividad de los pilotos y las velocidades extremas provocan unas colisiones que –afortunadamente– no suelen ser mortales. Un equipo de investigadores ha identificado, en las conocidas rivalidades de este deporte, patrones comunes a otras situaciones que también pueden derivar en conflicto: las reuniones de trabajo.
El 95% de las madres españolas dedica parte de su día a los hijos frente al 68% de los padres. Recientes estudios asocian esta desigualdad en las tareas familiares con las diferencias en los salarios y la promoción profesional. Corresponsabilidad y permisos intransferibles son algunas de las soluciones a un problema que algunos todavía tratan de justificar por cuestiones biológicas.
La precariedad en los medios se ceba con las periodistas: entre los miembros de las redacciones con estudios universitarios que cobran menos de 1.000 euros, el 85% son mujeres. Además, los hombres ostentan tres cuartas partes de los cargos de máxima responsabilidad gerencial y dos tercios de los puestos de toma de decisiones sobre los contenidos. Un estudio internacional con participación de investigadores españoles muestra datos sobre esta brecha de género.
Las metas de desarrollo en salud y escolarización infantil no se están cumpliendo en el continente africano, pero hay regiones que están aún peor que otras. Con los datos del crecimiento y los logros educativos de niños y niñas en miles de aldeas, un equipo científico ha creado un atlas que detalla las desigualdades dentro de 51 países. Los resultados se publican en la revista Nature, donde Kofi Annan alerta de que los peor parados son las víctimas de guerras y desastres climáticos. La brecha de género también persiste.
Los números muestran que las investigadoras publican menos, obtienen menos financiación y progresan menos en su carrera. Sin embargo, hay quienes siguen pensando que la brecha de género es una construcción ideológica. El primer paso para solucionar el problema es creer que existe, algo más difícil de lo que parece entre parte de la comunidad científica.
El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el que se busca visibilizar el trabajo de las mujeres en este ámbito y fomentar la cultura científica entre las jóvenes. Organizaciones profesionales, fabricantes de juguetes y hasta Barrio Sésamo trabajan para que el viejo estereotipo del físico despistado o el ingeniero excéntrico deje paso a nuevos modelos femeninos.
Vivimos más, tenemos menos niños y hasta nos reproducimos sin necesidad de compañía. El número de personas sin familia o que se sienten solas no deja de aumentar en los países desarrollados. ¿Dejaremos de ser animales gregarios para convertirnos en una sociedad de individuos?