Investigadores de las universidades Politécnica de Valencia y Jaume I de Castellón han desarrollado un sistema para, mediante energías renovables, recuperar el suministro eléctrico tras un apagón, como el que ocurrió en septiembre en Tenerife. El secreto está en aprovechar todo el potencial de los parques eólicos, evitando recurrir a las plantas térmicas como hasta ahora.
Las centrales hidroeléctricas provocan grandes fluctuaciones en el caudal de los ríos por los altibajos de la demanda de electricidad. Para reducir este problema, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid proponen utilizar las baterías de los vehículos eléctricos, donde se podría almacenar parte de la energía generada para liberarla luego de forma gradual.
Esta semana se han entregado en Berlín los premios Green Talents a 25 investigadores, entre ellos, Rubén Mocholí, que desarrolla modelos matemáticos para reducir las emisiones de CO2 industrial. Ahora está embarcado en el proyecto Torero, que pretende utilizar residuos de madera como combustible de los altos hornos y aprovechar los gases de escape para producir bioetanol.
Investigadores de la Universidad de la Rioja y otros centros internacionales proponen un nuevo fluido de trabajo para los sistemas geotérmicos mejorados: el óxido nitroso. De esta forma se puede aumentar la eficacia en la obtención de electricidad a gran escala procedente de esta fuente de energía renovable.
Por efecto del cambio climático subirán las temperaturas y el nivel del mar, pero las luces y los aparatos eléctricos continuarán encendidos en los países con altas capacidades en energía solar y eólica. Así lo pronostican investigadores de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) tras valorar el impacto que tendrá el cambio climático durante el siglo XXI en un sistema eléctrico europeo basado en estas fuentes renovables.
Un nuevo consorcio europeo integrado por nueve organizaciones de España e Italia desarrollará soluciones innovadoras para analizar la variabilidad en los flujos del tráfico rodado. Su objetivo es ofrecer a ciudadanos y administraciones una estimación robusta, rápida y fiable sobre los niveles de contaminación y la calidad del aire.
Investigadores de la Universidad de Salamanca han logrado generar una nueva clase de luz láser de alta frecuencia mezclando y controlando dos propiedades: la vorticidad (giro del haz) y la polarizacion (dirección de la oscilación de las ondas). El avance puede dar paso a nuevas aplicaciones de los láseres en el campo de los materiales y las telecomunicaciones.
Investigadores de la Universidad de Córdoba han desarrollado un sensor de bajo coste que permite la medición individualizada de la calidad de la corriente eléctrica en cada aparato de un edificio. Se podría implementar en electrodomésticos y cualquier dispositivo conectado a la corriente eléctrica.
Investigadores de la Universidad de Oviedo han desarrollado un nuevo proceso para fabricar dispositivos compatibles con la tecnología de semiconductores moderna. En concreto, se ha logrado mejorar la eficiencia de los refrigeradores termoeléctricos para su potencial uso en microchips de telecomunicaciones por fibra óptica.
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona han desarrollado un sensor que capta su energía a partir de la tecnología de comunicación de campo cercanodel móvil. La primera aplicación ha sido un dispositivo sin batería que mide la temperatura, la humedad y el contenido de agua de la tierra.