Las larvas de la polilla de la cera son capaces de masticar e ingerir el polietileno de, por ejemplo, las bolsas de plástico. Un grupo de científicos del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria han descubierto esa capacidad en estas orugas y puede suponer un avance importante en la gestión de residuos plásticos y en la conservación del entorno natural.
Un estudio, liderado por investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos y realizado en ecosistemas áridos de todos los continentes, ha cuantificado por primera vez cuánta biodiversidad es necesaria para el funcionamiento de los ecosistemas terrestres. Sus resultados indican que la diversidad vegetal no es consecuencia del azar en la naturaleza, si no que se organiza de una manera precisa y sistemática.
Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han creado un circuito bacteriano que responde al aprendizaje asociativo: ante un estímulo determinado, las bacterias muestran un comportamiento condicionado. El estudio permitirá avanzar en la ingeniería del microbioma humano, un campo muy útil para el tratamiento de enfermedades complejas.
La situación de las salamandras en Europa es alarmante. Un hongo de origen asiático está acabando con la población de la salamandra común, protagonista de nuestro #Cienciaalobestia. Este ‘devorador de salamandras’ transmite una enfermedad mortal en la piel de estos anfibios, y pone en peligro a toda la especie en el continente si no se frena su expansión.
El estudio más completo sobre los huesos de Homo floresiensis, una especie de ‘humano enano’ descubierta en la isla indonesia de Flores en 2003, ha encontrado que muy probablemente evolucionó de un antepasado en África y no de Homo erectus, como se ha creído hasta ahora. Los resultados se publican en el Journal of Human Evolution.
Los ratopines rasurados no dejan de sorprender a los científicos. Además de tener sangre fría y ser resistentes al cáncer, un nuevo estudio revela que estos roedores son capaces de estar 18 minutos sin oxígeno convirtiendo la fructosa en combustible en un proceso similar al de las plantas. Este hallazgo podría permitir diseñar estrategias para prevenir el daño tisular asociado a enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Científicos de varios centros catalanes han descubierto que el impacto en cambios ambientales se puede transmitir en los genes de hasta 14 generaciones, el máximo tiempo visto hasta ahora en animales. El estudio ha utilizado como modelo un pequeño gusano nematodo.
Un depredador extremadamente eficaz, así era el anficiónido Magericyon anceps, miembro de una familia extinta emparentada con los cánidos y los úrsidos. El análisis de sus fósiles, realizada por paleontólogos del Museo Nacional de Ciencias Naturales y de la Universidad de Alcalá, revela que este mamífero carnívoro del tamaño de una leona tenía un cuello dotado con una fuerte musculatura que le permitía matar y descarnar a sus presas.
Investigadores de la Universidad de Málaga han elaborado compuestos sintéticos que producen algunos organismos para protegerse del sol. La moléculas tienen una alta capacidad fotoprotectora y aportan más estabilidad que las incluidas en las cremas solares comerciales conocidas.
Científicos españoles han descrito un gran conjunto de huellas de reptiles que posteriormente dieron lugar a los cocodrilos y a los dinosaurios, conocidos como arcosauromorfos. Entre ellas destaca las de una nueva especie, Prorotodactylus mesaxonichnus, correspondiente a un reptil que vivió en el Pirineo hace entre 248 y 247 millones de años, pero que no estaría emparentado con los dinosaurios.