Un equipo de paleontólogos de la Fundación Dinópolis ha estudiado nuevas huellas y huesos de ornitópodos de varios yacimientos turolenses. Los resultados muestran que estos grandes dinosaurios, que vivieron en el este peninsular hace unos 130 millones de años, caminaban a cuatro patas.
Un equipo de científicos, con participación del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, ha analizado los restos del yacimiento Nahal Mahamayyem Outlet, a orillas del río Jordán. Los resultados demuestran un uso intensivo de artilugios para actividades relacionadas con la carnicería en este lugar.
El efecto del calentamiento global en la productividad de los bosques ha pasado de positivo a negativo en los últimos 25 años. El aumento de temperatura conlleva mayor estrés hídrico estival, según refleja el análisis del crecimiento de tres especies de pino durante ocho décadas liderado por la Universidad Complutense de Madrid.
El cofundador y presidente emérito de Children & Nature Network ha acuñado, con afán didáctico más que diagnóstico, el concepto de “trastorno por déficit de naturaleza”, con el que espera llamar la atención sobre los problemas de salud a los que contribuye nuestra creciente desconexión con el mundo natural.
Un grupo de investigadores ha descubierto la rapidez con que pueden cambiar su dieta habitual los lobos de Alaska, protagonistas de #Cienciaalobestia. Con la drástica disminución de su principal presa en una isla del archipiélago Alexander, los lobos pasaron a cazar nutrias marinas.
Una investigación de arqueólogos, paleontólogos y geólogos españoles demuestra que los cráneos de grandes herbívoros encontrados en el yacimiento de Pinilla del Valle, en Madrid, en un lugar conocido como Valle de los Neandertales, se utilizaban como trofeos de caza. Los restos tienen más de 40.000 años de antigüedad.
Un equipo de investigación internacional, liderado por científicos españoles, encuentra una relación entre el momento de activación de decenas de genes en el embrión y cómo los ciclos vitales de los animales evolucionaron.
El estilo de vida subterráneo de estos grandes animales con forma de lombriz oscurece su historia evolutiva. Hasta ahora, había un vacío de 87 millones de años entre el fósil más reciente encontrado y el origen estimado de la especie, en las últimas etapas de Paleozoico. El hallazgo amplía el registro en 35 millones de años.
Más que la pérdida de hábitats o el cambio climático, nuestro bienestar podría haber sido determinante en la reducción de poblaciones de linces, leones y lobos, según un nuevo estudio. Sin embargo, cuando aumenta la riqueza de las personas, también lo hace su tolerancia hacia estos animales.