La falta de agua en la cuenca amazónica se está viendo agravada por el cambio climático, la deforestación y la agroganadería intensiva. Según un estudio reciente en el que han participado científicos españoles, algunas especies están al límite de su capacidad de adaptación, lo que reduce su potencial para almacenar carbono.
La foca monje del Mediterráneo, el marrajo negro o la angula son algunos de los animales en peligro a los que está afectando la presencia de estas partículas contaminantes en los océanos. Los científicos alertan de su impacto en el medioambiente y se afanan en estudiar las consecuencias de estos tóxicos en la salud, también en humanos, por su lugar en lo alto de la cadena trófica.
Nos hemos acostumbrado a ver pocos insectos en la ciudad e incluso en el campo. El fenómeno es el síntoma de un proceso muchísimo más vasto, según alerta el autor de Planeta Silencioso, Dave Goulson. El repliegue y la desaparición de especies es una realidad en todo el planeta. Si se combina con el cambio climático, las consecuencias para la alimentación humana y el equilibrio del ecosistema son bastante preocupantes. El texto también recoge una guía práctica para remitir la situación.
Un proyecto internacional, con once artículos dirigidos conjuntamente por la Universidad de Uppsala (Suecia) y el Instituto Broad (EE UU), ha recopilado los cambios genéticos de estos animales a través de su secuenciación. Los trabajos, recogidos en un especial de Science, pretenden explicar cuándo, cómo y bajo qué presiones se produjo su amplia variedad anatómica y de dolencias.
El fumarel común, el porrón pardo, la cerceta pardilla, el aguilucho lagunero o la pagaza piconegra figuran entre las poblaciones de aves reproductoras que han sufrido un marcado descenso en el parque nacional. El declive, que comenzó hace una década, se ha acelerado desde 2019, advierte SEO/BirdLife.
Se trata de la primera evidencia de Pinus tipo sylvestris-nigra descubierta en la Cordillera Bética occidental, mediante el análisis del carbón vegetal presente en el suelo. El hallazgo de restos de hace unos 10.000 años se produjo en una montaña de la Serranía de Ronda y constituye un hito en la reconstrucción del área de distribución de este tipo de pinos de alta montaña en el sur peninsular.
Un estudio de investigadores de EE UU, realizado con peces guppy, muestra que los individuos con rasgos poco comunes resultan más atractivos para las hembras. Sin embargo, estas características dejan de tener preferencia cuando se vuelven frecuentes en las siguientes generaciones. Estos resultados explican cómo se mantiene la diversidad genética en la especie, clave para la evolución.
Investigadores de la Universidad de Granada lideran un proyecto internacional, llamado GOLETA, donde analizarán las propiedades eléctricas del manto terrestre profundo bajo el continente helado. El trabajo ayudará a conocer mejor los procesos de hielo y deshielo que condicionan las variaciones del nivel del mar a escala global.
Un estudio liderado por el CSIC analiza fragmentos de ámbar del Cretácico inferior que revelan la relación simbiótica entre ambas especies.