Investigadores de la Universidad de Berkeley (EE UU) han vuelto a datar las hachas de mano encontradas en dos yacimientos arqueológicos del sureste de España, para concluir que las hachas de mano llegaron a Europa 400.000 años antes de lo que se pensaba, es decir hace 900.000 años. Los científicos sugieren ahora que a lo largo del Pleistoceno Inferior los homínidos realizaron varios éxodos de África a Europa.
Un equipo internacional de ecólogos, climatólogos y economistas, con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha aportando nuevos datos sobre el umbral crítico en que los sistemas complejos pueden sufrir un cambio abrupto. Indicadores comunes a sistemas tan dispares como el cuerpo humano, el clima, los ecosistemas o el mercado financiero pueden hacernos predecir un colapso ecológico o financiero, saber cuándo cambiará una situación climática o en qué momento se puede producir un ataque de asma.
Las hachas de mano del yacimiento de Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar hechas en piedra caliza son las más antiguas de Europa. Tienen 900.000 años.
Los monos se tranquilizaron cuando escucharon la melodía alegre, mientras que se pusieron muy nerviosos cuando oyeron la tonada amenazante.
Cueva Negra del Estrecho del río Quípar en Murcia. Las excavaciones en este lugar, bajo la dirección de M. Walker (Universidad de Murcia), han proporcionado durante los últimos diez años abundantes muestras, incluyendo dientes humanos.
Ésta es la conclusión de un estudio que ha analizado la persecución de las aves por la caza española a lo largo de 14 años. La disminución de esta actividad y del número de entradas de animales a los centros de recuperación (en un 10% cada año) son las razones por las que la “guerra”, entendida como persecución directa, está terminando en el sur de Europa.
Gineta salvaje atropellada.
Águila electrocutada.
SINC habla con el reconocido biogeógrafo y editor jefe del Journal of Biogeography, una de las revistas más prestigiosas del mundo, sobre la situación de las especies que viven hoy en las islas.
El investigador Fredik Sundström, en el laboratorio en el que simularon escapes de peces al medio ambiente.