Un estudio paleontológico ha demostrado que los osos pardos que todavía sobreviven en la Península Ibérica pertenecían hace 18.000 años al mismo linaje que los de las penínsulas Itálica y Balcánica, es decir, tenían los mismos genes. Las conclusiones pueden presentar una solución a los métodos actuales de conservación de esta especie en peligro de extinción.
El Banco Nacional de ADN, ubicado en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca, comienza a recibir esta semana las primeras muestras de pacientes con fibromialgia y síndrome de fatiga crónica, procedentes de cinco unidades clínicas españolas especializadas. El proyecto se convertirá en el primer banco español de ADN y en la mayor base de datos mundial de estas enfermedades.