Las funciones cognitivas, como la memoria de trabajo, progresan más lentamente entre los escolares expuestos a la contaminación del aire, lo que puede tener consecuencias en el rendimiento y el comportamiento, según un estudio llevado a cabo en Barcelona.
En un bloque de hielo a gran altitud en el glaciar Quelccaya de los Andes peruanos, ha aparecido la evidencia más temprana de contaminación atmosférica a gran escala debida a actividades humanas. Se produjo alrededor del año 1540, durante la colonización española, con el auge de la producción de plata.
Un equipo de científicos, coordinados por la Universidad de Oviedo, ha aplicado por primera vez una técnica de secuenciación masiva de ADN medioambiental para poder controlar las especies marinas invasoras que viajan en el agua de lastre de los grandes buques. Los resultados del análisis de los datos, recabados a bordo del Polarstern en una travesía desde el puerto de Bremen (Alemania) hasta Ciudad del Cabo (Sudáfrica), permite resolver ambigüedades a la hora de identificar a estos organismos.
Investigadores del CREAL han descubierto que los niveles de contaminación del aire son dos veces superiores durante los viajes a la escuela de los estudiantes (2,8 mg/m3) que en su casa (1,3 mg/m3). Asimismo, los niveles en la escuela fueron ligeramente más altos que en casa (1,3 mg/m3) en la ciudad de Barcelona.
La organización conservacionista Ecologistas en Acción ha presentado un informe en el que analiza datos referentes a 2014 sobre calidad del aire en la ciudad de Madrid, haciendo un balance comparativo de los primeros días de 2015. Las superaciones de dióxido de nitrógeno (NO2) rebasaron una vez más los máximos anuales permitidos por la normativa europea a lo largo de 2014.
El consorcio de empresas vascas, formado por DMP y el grupo tecnológico IK4-TEKNIKER, esta trabajando en el proyecto europeo OPTIMIZE con el objetivo de reducir el consumo de combustible y la contaminación ambiental en aeronáutica. El centro tecnológico llevará a cabo ensayos en un banco de prueba para verificar la eficiencia de los engranajes que componen las cajas reductoras integradas dentro de los motores de aviones.
Un equipo científico de EE UU, Nueva Zelanda, Chile, Francia, Sudáfrica y Australia ha cuantificado la contaminación de basura de plástico presente en los mares de todo el mundo. Los investigadores advierten de que, al fragmentarse en pedazos pequeños con el tiempo, los plásticos pueden ser ingeridos por la fauna y pasar a la cadena alimentaria.
La obesidad en niños puede verse reducida al vivir cerca de zonas verdes. Así lo indica una nueva investigación, que subraya cómo dependiendo del tipo de espacio verde los beneficios podrían ser mayores, aunque también pueden aumentar las alergias en los niños.
Investigadores españoles han descrito la relación entre los niveles de ciertos contaminantes ambientales que una persona acumula en su cuerpo y su grado de obesidad. Esta investigación ha analizado los niveles de contaminantes acumulados en tejido adiposo (grasa) en cerca de 300 hombres y mujeres, intervenidos en los servicios de cirugía de dos hospitales de la provincia de Granada.