El hallazgo de tres arcos de madera de hace más de 7.000 años proporciona nuevos datos sobre el rol social de la caza, la especialización y el acceso a los recursos en las primeras sociedades campesinas. Los arcos, recuperados en el yacimiento de La Draga (Banyoles, Girona), son la evidencia más antigua de arquería neolítica en Europa.
Fragmento de radio de perro con marcas de corte. / IPHES
En la Cueva del Mirador en Atapuerca (Burgos), los humanos del Neolítico comieron especies poco consumidas en el resto de la Europa continental. Las marcas de corte y las mordeduras humanas en huesos de perro doméstico, gato salvaje, zorro y tejón demuestran que hace entre 7.200 y 3.100 años los Homo sapiens de Atapuerca no consumieron únicamente cabras, ovejas y vacas.
Investigadores españoles han presentado la primera caracterización de pigmentos negros utilizados en los refugios de la Cova Remigia en la Valltorta-Gassulla, entre el Alto Maestrazgo y la Plana (Castellón). La identificación de materia orgánica vegetal permite obtener dataciones absolutas con la técnica del carbono 14 y precisar el marco cronológico y cultural de las pinturas rupestres levantinas.
Un equipo de investigadores catalanes ha documentado gran cantidad de objetos ornamentales y herramientas para la elaboración de adornos en el yacimiento arqueológico de La Draga, en Girona. Las singulares condiciones de la excavación permiten además la recuperación de numerosos elementos de madera.
Un estudio liderado por las universidades de Barcelona (UAB) y York (Canadá) ha hallado evidencias de que los humanos prehistóricos tenían un conocimiento preciso de las plantas mucho antes del desarrollo de la agricultura. Tras extraer compuestos químicos y microfósiles de la placa dental calcificada de dientes antiguos, los investigadores han recabado información sobre su alimentación que incluía una planta, la castañuela o juncia real considerada hoy una mala hierba.
Un equipo de investigadores españoles ha secuenciado por primera vez el ADN mitocondrial de los primeros agricultores del Oriente Próximo. Los expertos han analizado muestras de tres yacimientos situados en la cuna de las primeras prácticas agrícolas del Neolítico: el valle medio del Éufrates y el oasis de Damasco, situados en el territorio actual de Siria y datados hace unos 8.000 años antes de Cristo.
Un equipo internacional de investigadores, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha descubierto en el yacimiento arqueológico de Tell Qarassa (Siria) un hueso tallado en el que aparecen dos caras humanas.
Más de 1.200 kilómetros de distancia separan a seis restos de obsidiana hallados en yacimientos neolíticos de la península ibérica con su lugar de origen. Un equipo, liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha determinado que esas piezas proceden de la isla de Cerdeña, en concreto, de una de las laderas del macizo volcánico de Monte Arci.
Las poblaciones nómadas de cazadores-recolectores del norte de Europa comenzaron a domesticar cerdos de diferentes tamaños y colores hace unos 7.000 años, 500 antes de lo que se pensaba. Hasta ahora no existían evidencias de que hubieran tenido acceso a otros animales domésticos que no fueran los perros.