Un equipo de ecólogos ha sacado la luz la historia de espionaje, engaños, polizones y muerte que hay detrás de una señal química: el salicilato de metilo. Los protagonistas son un árbol frutal, un pulgón saltador, una bacteria oportunista y una avispa parasitoide, que conviven y se aprovechan de este oloroso compuesto.
El premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de este año ha recaído en el científico español Avelino Corma, del Instituto de Tecnología Química (CSIC-UPV) en Valencia, y los estadounidenses Mark E. Davis y Galen D. Stucky. Corma es un experto en catálisis que persigue "una química más sostenible y más compatible con el medio ambiente”. Es autor de 120 patentes y más de 900 artículos científicos.
La explosión de un camión con propileno en el camping de Los Alfaques, en Tarragona, dejó más de 200 muertos en 1978. Una década más tarde 20.000 personas fueron evacuadas cuando un carguero con productos tóxicos embarrancó en la costa de Finisterre. Y en 2003 una deflagración en una refinería de Puertollano causó nueve muertos y multitud de heridos. Son algunos de los sucesos que han marcado las mejoras en la seguridad del transporte y los procesos de la industria química en España, según un estudio de investigadores catalanes.
Un estudio liderado por científicos de la Universidad de Murcia analiza una nueva terapia contra el cáncer que no lesione las células sanas. El objetivo de su investigación, portada de la revista de la Royal Society of Chemistry, es mutar de forma selectiva una célula cancerígena. De momento ha conseguido los parámetros para aplicar el proceso a tejidos vivos.
En 2010 científicos de Rusia y EE UU crearon el ununseptio, el segundo elemento más pesado conocido, pero para ser admitido de forma oficial hacía falta que otro grupo independiente lo volviera a sintetizar. Ahora un equipo de investigadores de cuatro continentes lo ha hecho en el centro alemán GSI, por lo que este elemento ya puede ocupar su puesto 117 en la tabla periódica.
Investigadores de la Universidad Jaume I (UJI) de Castellón han desarrollado un nuevo compuesto para, mediante fluorescencia, detectar óxido nítrico de forma más selectiva y eficiente. El avance puede resultar de utilidad para la industria médica y farmacéutica dado que el óxido nítrico está implicado en diversos procesos de bioquímica celular relacionados con enfermedades.
Científicos de EE UU se han dado cuenta de que metales comunes y baratos, como el talio y el plomo, ayudan a descomponer los fuertes enlaces del gas natural para transformarlo en compuestos químicos industriales. Además las reacciones se producen a temperaturas mucho más bajas que hasta ahora, lo que puede hacer competitiva esta tecnología frente a las ventajas del petróleo.
Además de para almacenar películas, los discos ópticos se pueden utilizar para detectar microorganismos, toxinas, alérgenos o biomarcadores tumorales. La tecnología Blu-ray ha permitido a investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia desarrollar un método para saber si una muestra contiene salmonela o sustancias tóxicas. Este sistema analítico sencillo y barato puede aplicarse en el diagnóstico clínico y el control ambiental.
Investigadores del centro vasco CIC biomaGUNE y la Universidad de Amberes (Bélgica) han diseñado nanopartículas con una mitad formada por puntas de oro y otra con óxido de silicio. Son un tipo de partículas de Jano, denominas así en honor al dios romano de doble rostro, que podrían usarse en la fototerapia del futuro para tratar tumores.