Si bien los astrónomos ya habían capturado alrededor de dos docenas de imágenes ampliadas de este tipo de estrellas, es la primera vez que llegan a observar una de ellas en detalle.
Científicos españoles han participado en este estudio aportando datos clave sobre la naturaleza de uno de estos peculiares eventos, llamado AT 2021hdr. Con la intención de comprender mejor el sistema y optimizar sus modelos, planean continuar las observaciones, al tiempo que analizan la galaxia donde se encuentra.
Coincidiendo con Halloween, el Observatorio Europeo Austral ha revelado una imagen de una nebulosa oscura que crea la ilusión de la silueta de un lobo sobre un colorido telón de fondo cósmico. La imagen fue captada por el VLT Survey Telescope, instalado en el Observatorio Paranal de Chile.
Este mosaico representa apenas el 1 % del vasto sondeo que el telescopio de la Agencia Espacial Europea realizará en seis años. Durante este tiempo, registrará las formas, distancias y movimientos de miles de millones de galaxias situadas hasta 10 mil millones de años luz, con el objetivo de crear la primera cartografía tridimensional del cosmos.
Un equipo internacional de astrónomos ha localizado un planeta orbitando en torno a la estrella de Barnard, situada a tan solo seis años luz. En este nuevo mundo, que tiene una masa inferior a la de la Tierra, un año dura poco más de tres días terrestres.
El paradigma dominante es que las partículas de materia oscura solo interaccionan entre sí y con la materia ordinaria a través de la gravedad. Sin embargo, astrofísicos de España y Argentina revelan que también es capaz de sentir otras fuerzas que, aunque solo modifiquen su comportamiento ligeramente, aportan una nueva clave para entender su misteriosa naturaleza.
El uso que hace el artista de la escala y el brillo capta con precisión la energía en cascada y la turbulencia. Así lo destaca un estudio de un equipo de físicos de Francia y China, que ha analizado los famosos cuadros de cielos del pintor holandés.
Con la ayuda del telescopio espacial James Webb, astrónomos del Centro de Astrobiología y la Universidad de Cambridge han descubierto que el agujero negro supermasivo del centro de una lejana galaxia está apagando en toda ella la formación de estrellas.
Una investigación del Instituto de Astrofísica de Canarias revela que, en sistemas binarios, las estrellas que evolucionan en gigante roja cambian la forma en que giran con sus compañeras, volviéndose sus trayectorias más circulares. Para realizar el estudio se han analizado unas 1000 estrellas oscilantes de tipo solar y usado datos de la misión Gaia de la ESA.
Se conocen agujeros negros con masas en torno a 5-150 veces la del Sol, y otros supermasivos con más de 100 000 veces la de nuestra estrella, pero falta encontrar los situados en medio. Ahora, la danza de siete estrellas, captada con el telescopio espacial Hubble en el cúmulo globular Omega Centauri, parece señalar uno con al menos 8200 masas solares.