Las dolencias cardiovasculares son la principal causa de muerte en mujeres en todo el mundo. Muchos tratamientos actuales no son efectivos para ellas, debido a que se han desarrollado usando modelos masculinos. Hablamos con tres científicas que, desde la investigación básica, la clínica y la inteligencia artificial, trabajan para encontrar soluciones que salven vidas.
La salud y la enfermedad dependen de factores biológicos y de tratamientos médicos, pero tienen también una dimensión social innegable. Esta investigadora nos cuenta cómo la visión sociológica y de género de la salud aporta claves esenciales, ya que tradicionalmente la medicina ha ignorado la especificidad de las mujeres, excepto para lo puramente reproductivo.
Un estudio en seis provincias españolas revela diferencias significativas en la atención médica en esta enfermedad, según la situación socioeconómica de su área de residencia. El trabajo muestra que las mujeres de zonas más desfavorecidas presentan un mayor riesgo de mortalidad, equivalente a un año menos de esperanza de vida.
Los hallazgos muestran que los pacientes y los equipos de atención médica deberían considerar las diferencias en el riesgo de long covid en relación con el sexo asignado al nacer. Los autores insisten en que la comprensión de estas diferencias ayudaría a reconocer y tratar a las personas afectadas con mayor eficacia.
Ocho ‘astronautas análogas’ catalanas pasarán 15 días en el desierto de Utah, en Estados Unidos, haciendo experimentos para, entre otros, la Agencia Espacial Europea.
Bioingenieros de la Universidad de Pensilvania, en EE UU, han desarrollado un método basado en ARNm para tratar esta afección, que surge en el embarazo y se caracteriza por hipertensión materna y restricción del flujo sanguíneo al feto. El tratamiento ha sido probado con éxito en ratones hembra.