El jurado destaca la “excepcional trayectoria de 15 años” de esta agencia de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y su periodismo científico de calidad, capaz de combinar “las fuentes más solventes con narrativas atractivas y accesibles para el público general”. El astrónomo Rafael Bachiller y los investigadores ‘cronistas’ de la erupción de La Palma también han sido galardonados en la segunda edición de este premio.
La pandemia ha puesto a la ciencia en el centro de atención como no se había visto antes. La confianza de la ciudadanía en este ámbito ha sufrido altibajos, debido a la confusión generada por los continuos cambios en la información a medida que aprendíamos más sobre el coronavirus. Sin embargo, la credibilidad de la comunidad científica sigue siendo más alta que la de otros grupos e instituciones, comenta esta experta en investigación de la opinión pública.
El SMC España de FECYT es una oficina independiente que tiene como objetivo ofrecer a los medios recursos, contenidos fiables y fuentes expertas para cubrir la actualidad relacionada con la ciencia. Es el octavo de la red internacional de Science Media Centres, que arrancó en 2002 con la creación del SMC de Reino Unido, y el primero en castellano.
El premio Ortega y Gasset, concedido a Javier Salas y Mariano Zafra en la categoría multimedia por una pieza de periodismo científico en El País, pone sobre el tapete la importancia de la especialización periodística en la información científica, porque solo de ella surge la calidad.
El premio Nobel de Química Jacques Dubochet (Suiza, 1942) participó en una sesión sobre ciencia y política en el XI Congreso Mundial de Periodismo Científico, que se celebró este verano en la ciudad suiza de Lausana. Aparte de investigador, es miembro del Partido Socialista suizo desde hace años. Siempre ha sido un verso libre. Conversó con agencia Sinc sin tapujos, en una entrevista improvisada.
Genes de papel: genética, retórica y periodismo en el diario El País (1976-2006), publicado por el CSIC, estudia cómo este diario representó y presentó al público la genética humana a lo largo de 30 años cruciales. En ese periodo, España se transformó profundamente tras dejar atrás 40 años de dictadura y la genética humana dejó de ser una ciencia marginal y secundaria para convertirse en la gran estrella de la biología, depositaria de inversiones millonarias y rodeada de las más acaloradas controversias, según cuenta Mariana González Silva, autora del libro.
Desde su nacimiento, el 7 de febrero de 2008, la agencia SINC ha contado con una red de colaboradores esenciales, repartidos por los centros de investigación y universidades de toda España: son los periodistas de las Unidades de Cultura Científica y de la Innovación. Ellos también celebran el quinto aniversario de SINC.
Tenemos un gran reto: conseguir entre los latinos de los Estados Unidos lo que se da por hecho en España, que los científicos sean un grupo social positivamente valorado.
La misión de SINC va más allá de informar, y sirve para mejorar el periodismo científico español. Puede ser un laboratorio de pruebas tanto para temas y enfoques innovadores como para nuevos talentos.