Un nuevo estudio muestra cómo los mamíferos pasaron de una postura similar a la de los reptiles a una erguida utilizando modelos biomecánicos avanzados y datos fósiles. Los resultados revelan que esta transición fue compleja y no lineal, y ocurrió mucho más tarde de lo que se pensaba.
El paleontólogo brasileño Rodrigo Müller ha descrito en Scientific reports un nuevo género y especie de reptil gracilisúquido, a partir de fósiles hallados en una formación geológica al sur del país. Lo ha bautizado con el nombre de Parvosuchus aurelioi y sus restos datan de hace más de 200 millones de años.
Una nueva especie de este grupo extinto de pez lagarto, descubierta por dos aficionados a la paleontología y analizado por científicos europeos, pudo llegar a medir más de 25 metros de largo. Su reinado no duró mucho: se cree que se extinguieron durante el evento de extinción masiva del Triásico tardío.
Restos fósiles encontrados en la isla de Skye revelan que este animal extinto, bautizado como Ceoptera evansae, pertenece a un grupo más diverso de lo que se pensaba. Estos reptiles voladores persistieron durante más de 25 millones de años.
Un esqueleto fosilizado muy bien conservado ha permitido describir a Tramuntanasaurus tiai, un reptil herbívoro que vivió en un ambiente tropical durante el Pérmico, hace unos 270 millones de años. En aquella época la actual isla mallorquina estaba unida al supercontinente Pangea.
Depredadores del Triásico seccionaron de un mordisco el cuello de reptiles marinos del género Tanystropheus, dejándolos sin cabeza. Así lo revelan dos fósiles descritos por paleontólogos de Alemania y España.
Un grupo de biólogos ha identificado en el Parque Nacional Otishi, en Perú, un nuevo reptil: Proctoporus titans. Entre sus características destacan unas escamas lisas en la cabeza, los ojos anaranjados y unos párpados con un disco translúcido sin dividir.
Estos reptiles, protagonistas de #Cienciaalobestia, utilizan su lengua para reconocerse o detectar las feromonas de otros individuos de su especie, según sugiere un estudio de investigadoras de la Universidad de Berna. Esta habilidad les sirve para la comunicación social, lo que indicaría que son más inteligentes de lo que se pensaba.
Investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) y otros centros internacionales han grabado los sonidos de 53 especies de cuatro grupos o ‘clados’ de vertebrados que se consideraba que no emitían vocalizaciones: 50 tortugas, un tuátara (reptil de Nueva Zelanda), una cecilia (anfibio con aspecto de lombriz) y un pez pulmonado.
Los resultados revelan que la comunicación acústica de todos los vertebrados que respiran por la nariz pudo originarse en un ancestro común que vivió hace 407 millones de años.
La comunicación acústica de todos los vertebrados que respiran por la nariz pudo originarse en un ancestro común que vivió hace 407 millones de años. Así lo reflejan los audios grabados a especies que hasta ahora se pensaba que no podían emitir sonidos vocales, como tortugas, tuátaras, cecilias y peces pulmonados.