Hasta la fecha, los científicos no habían podido obtener plantas más resistentes a la sequía sin afectar su crecimiento. Ahora, un equipo liderado por el Centro de Investigación en Agrigenómica ha superado este obstáculo alterando de manera muy específica en las plantas la señalización por hormonas esteroideas.
Una investigación internacional con participación española destaca la importancia de buscar nuevos enfoques para abordar los efectos que tendrán la sequía y las altas temperaturas sobre los cultivos de la eurozona. Estudiar los factores que más contribuyen a las pérdidas facilitará el desarrollo de estrategias de adaptación a las nuevas condiciones, según los autores.
Un estudio internacional, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, alerta de los principales riesgos vinculados al calentamiento global que afectarán a la región del Mediterráneo, a la salud y a la seguridad alimentaria.
La desaparición de la civilización maya de la cultura clásica inferior hace entre 1.000 y 800 años pudo deberse al clima. Un nuevo estudio ha permitido reconstruir la composición del agua del lago Chichancanab, en México, y revela que en esa época la precipitación anual disminuyó hasta un 70% durante los periodos de mayor sequía.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han analizado las ventajas de la teledetección, que proporciona imágenes de un territorio captadas en distintas fechas por los satélites, como una herramienta muy útil para estudiar los niveles de sequía y su evolución en el tiempo. El estudio resulta de especial interés tras un otoño con alarmantes índices de sequía y el bajo nivel de los acuíferos.
De los 16 veranos extremadamente secos identificados en la península ibérica en las tres últimas centurias, seis corresponden al siglo XXI, en concreto, los de los años 2003, 2005, 2007, 2012 y 2013, una frecuencia sin precedentes, según un nuevo estudio de la Universidad de Zaragoza que ha analizado el crecimiento radial de dos especies de árboles. El decenio con veranos más secos en este contexto es el que va de 2003 a 2013.
De todas las regiones de la fachada atlántica, solo en Galicia y norte de Portugal los fuegos son un problema muy grave que irá a más. En los últimos días se ha hablado de incendiarios, terrorismo ambiental y cambio climático; pero esas explicaciones pueden resultar simplistas. Biólogos que llevan décadas estudiando los incendios del norte peninsular identifican las verdaderas razones de esta oleada.
Tres satélites espaciales han monitorizado las variaciones del terreno de la comarca de Vega en Granada desde el año 2003, así como la explotación del acuífero en esa zona. Los resultados del estudio de la Universidad de Granada y el Instituto Geológico y Minero de España demuestran que el suelo se hunde hasta un centímetro al año durante los periodos secos. Según los científicos, los datos obtenidos no implican riesgo por el momento.
La sequía y el aumento de temperatura ya provocan sustituciones de especies, mayor aridez y riesgo de incendio, y menor fertilidad del suelo y disponibilidad de agua, entre otros efectos negativos. Una amplia revisión de estudios y registros de datos revela hay especies menos resistentes al cambio climático y que el impacto del cambio climático se agravará en las próximas décadas.
Un estudio en el que han participado investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales y de la Universidad Autónoma de Barcelona alerta que el aumento de las sequías puede afectar a la composición de especies y estructura de los bosques y hacerlos cada vez más vulnerables. Especies como el haya o los árboles que colonizan típicamente un nuevo espacio presentan estas características y son, por lo tanto, las de peor pronóstico.