El entrelazamiento y la superposición, como la del gato de Schrödinger, son fenómenos del mundo microscopio que están detrás de los computadores cuánticos, unas máquinas que de momento solo tienen un centenar de cúbits controlables y cuyas versiones definitivas no veremos hasta la próxima década. Nos lo cuenta este experto mundial en física y computación cuánticas.
Hasta ahora se había conseguido por separado el entrelazamiento de memorias cuánticas y el almacenamiento de fotones dentro, pero investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas han conseguido todo a la vez: mantener durante 25 microsegundos un fotón, en estado de superposición cuántica, en dos dispositivos separados a 10 m de distancia. La técnica es compatible con la red de telecomunicaciones actual y ayudará al desarrollo de los repetidores cuánticos.