El evento, bautizado GRB 250702B, se prolongó durante casi un día y emitió varias ráfagas, algo inédito en medio siglo de observaciones de este tipo de explosiones cósmicas.
El CREAF lidera dos investigaciones con estos lepidópteros que constatan que los microclimas forestales pueden aliviar los efectos del cambio climático sobre los insectos. Por ejemplo, la elección del microhábitat —más soleado o con más sombra— de la mariposa blanca verdinervada y la blanquita de la col para poner huevos determina su supervivencia frente a las olas de calor.
El hallazgo muestra que las tensiones físicas generadas en las bacterias durante la filamentación quedan registradas en su estructura celular, lo que condiciona futuras divisiones y abre nuevas vías para combatir infecciones resistentes.
En el sudeste europeo estos animales extintos no eran estrictamente herbívoros, sino que modificaron sus dietas según el entorno en el que vivían. Esta estrategia los hizo más vulnerables a los cambios climáticos y ambientales del Pleistoceno superior.
Un nuevo estudio, liderado por José Manuel Maíllo Fernández, profesor de Prehistoria y Arqueología de la UNED, demuestra que su movilidad y territorio social eran mucho más amplios de lo que se pensaba.
La imagen, observada por el telescopio espacial James Webb, muestra cómo las estrellas jóvenes y masivas moldean su entorno en la Nebulosa de la Langosta, a unos 5 500 años luz de la Tierra.
España es el octavo país en número de ayudas concedidas en la convocatoria de Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación. Estas becas se dirigen a investigadores e investigadoras en el inicio de su carrera que quieran poner en marcha grupos de trabajo independientes.
Una investigación en EE UU ha demostrado en ratones, y con datos de pacientes humanos, cómo las partículas contaminantes de la atmósfera pueden inducir la formación de proteínas tóxicas en el cerebro. Estas son similares a las que aparecen en la demencia con cuerpos de Lewy, que engloba un grupo de trastornos neurodegenerativos entre los que se encuentra el párkinson.
Investigadores del IRB Barcelona han demostrado en ratones que la proteína neuritina 1 aumenta el gasto energético sin tener que reducir la ingesta de alimentos, a diferencia de fármacos como Ozempic o tirzepatida, que actúan disminuyendo el apetito.
El estudio ha caracterizado las representaciones neuronales implicadas en el borrado de memorias negativas. Los resultados podrían ayudar a mejorar las terapias para trastornos como el estrés postraumático.