Las voces de la Cumbre del Clima. / Wearbear
Un análisis publicado en la revista Science muestra que con los compromisos actuales de los estados existe más de un tercio de probabilidades de evitar el aumento de la temperatura media global a 2 ºC. Pero los países deben seguir intensificando sus esfuerzos para que el objetivo se cumpla de verdad.
Las principales estrategias que se discuten estos días en la Cumbre del Clima de Glasgow, COP26, están dirigidas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Desde el Centro de Investigación e Innovación en Descarbonización Industrial en Reino Unido, su directora, Mercedes Maroto-Valer, propone soluciones tecnológicas e innovadoras para alcanzar la meta global de emisiones cero netas en 2050.
Muchas ciudades podrían calentarse hasta 4 °C para el año 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen en niveles elevados. Naciones Unidas ha presentado durante la Cumbre del Clima de Glasgow un manual que incluye decenas de casos de metrópolis que han implementado medidas para promover una refrigeración urbana sostenible y equitativa con el objetivo de reducir las emisiones y aumentar la resiliencia climática de las zonas urbanas.
Hasta ahora, se había subestimado la capacidad de ingerir alimentos de estos colosos marinos y, por tanto, también se había infravalorado la cantidad de heces que expulsan, que son una importante fuente de nutrientes en los océanos. La recuperación de estos animales a los niveles anteriores a su caza industrial podría restaurar la función oceánica perdida y ayudar a frenar el cambio climático, según destaca un estudio de la Universidad de Stanford.
Expertos mundiales exponen en un documento, que se ha dado a conocer en la COP26, cómo los bucles de retroalimentación entre el océano y el clima están agravando los efectos del cambio climático.
Aunque durante los confinamientos se produjo un descenso en las emisiones globales de dióxido de carbono, en 2021 estas han vuelto a aumentar, según los expertos del Global Carbon Project. En países como China y la India, se han superado incluso los niveles de 2019. Los científicos piden reducir las emisiones cada año en una cantidad comparable a la registrada durante 2020 para poder lograr la neutralidad climática en 2050.
El ensayo de Stanley Miller en 1952, que combinó agua, gases y electricidad para recrear las piezas fundamentales de la vida, no tuvo en cuenta las paredes de vidrio del aparato reactor. Ahora un nuevo estudio destaca la importancia de este material inorgánico, el borosilicato, en la aparición de los procesos biológicos.
Liderados por la Unión Europea y EE UU, un centenar de países acordaron ayer en la Cumbre del Clima de Glasgow reducir este gas de efecto invernadero para 2030 y así limitar el aumento de las temperaturas en 0,2 ºC para 2050. La medida permitiría evitar 200.000 muertes prematuras, cientos de miles de ingresos hospitalarios de emergencia por asma y la pérdida de 20 millones de toneladas de cosechas al año.
Nos hemos quedado sin tiempo para propuestas ante la crisis climática, se necesita pasar a la acción de forma inmediata. Lo que ocurra en esta Cumbre del Clima de Glasgow (COP26) marcará el devenir de nuestro futuro. Para Pep Canadell, director del Global Carbon Projet, los compromisos deben fijarse ya para 2030, porque 2050 está demasiado lejos y “la mitad de los políticos que dicen que los van a cumplir estarán muertos”.