Un informe publicado en The Lancet revela que la inacción frente al cambio climático acarreará, cada vez más, la pérdida de vidas humanas. Sus autores denuncian la “negligencia” de los gobiernos, las empresas y los bancos que siguen invirtiendo en combustibles fósiles.
Esta oceanógrafa que ha caminado por el lecho marino y ayudado a construir sus propios sumergibles aboga por cambiar nuestra mirada hacia los peces, tener empatía y comprender que cada uno es una criatura diferente, con una personalidad propia. Solo si dedicamos tiempo a observar y estudiar las especies acuáticas, podremos proteger los ecosistemas oceánicos y, en consecuencia, nuestra propia vida en la Tierra.
Un estudio liderado por Instituto de Salud Global de Barcelona indica que aunque los ingresos son mayores durante los meses de invierno, la máxima incidencia de mortalidad hospitalaria por enfermedades como bronquitis aguda, bronquiolitis, neumonía e insuficiencia respiratoria, entre otras, se produjo entre junio y septiembre y estuvo fuertemente relacionada con las altas temperaturas.
La pregunta ya no es si va a subir el nivel global del mar, sino en cuánto tiempo lo hará. Un estudio de modelización publicado en la revista Nature Climate Change, sugiere que el rápido calentamiento de los océanos en la región occidental de la Antártida resultaría ineludible, y los esfuerzos de reducción de emisiones solamente pueden prevenir los peores pronósticos.
Un estudio con participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC señala que España es uno de los países más afectados por el cambio climático y que el año pasado fue también el año más seco en el noreste del país.
Un equipo de biólogos de la Universidad Complutense de Madrid ponen a la libélula Trithemis kirbyi como ejemplo de que el aumento de las temperaturas han convertido regiones antes inhóspitas en zonas idóneas para especies exóticas, que pueden colonizarlas con éxito de forma natural.
Un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana del CSIC ha constatado que los murciélagos nóctulos grandes, una de las especies más amenazadas de Europa, no cambian de refugio ante el riesgo de depredación. El aumento de estas muertes podría estar relacionado con la falta de refugios alternativos debido a la pérdida de hábitat y a la falta de lugares de cría por causa de la actividad humana.
En los últimos cinco siglos no solo han desaparecido algunas especies por culpa del hombre, también géneros completos de vertebrados, y todo a un ritmo 35 veces más acelerado que el del último millón de años. Así lo revela un estudio a gran escala donde se apunta que la sexta gran extinción podría ser más grave de lo que se esperaba.
El peligro extremo por falta de agua lo sufren también espacios forestales del sur de Australia, el noroeste del Amazonas y de los Estados Unidos, según un estudio internacional liderado por investigadores españoles. El trabajo describe un nuevo modelo predictivo para caracterizar los ecosistemas más vulnerables.