Hasta ahora no había evidencia neurocientífica clara que explique por qué los menores aprenden de manera más eficiente que los adultos. Nuevas investigaciones indican que la clave está en las concentraciones de un neurotransmisor fundamental en el cerebro: en esta etapa sus niveles son más flexibles.
La metodología, desarrollada con la participación de investigadores del Instituto Cajal, ha permitido observar que el tejido cortical que aún muestra actividad en un encefalograma, puede, en realidad, estar sufriendo ya la muerte irreversible de las capas neuronales más superficiales tras un ictus o una hemorragia intracraneal. Los hallazgos replantean los criterios y quizá la praxis en el seguimiento y tratamiento de este tipo de accidentes.
Un conjunto de artículos publicados en la revista Nature ofrecen la más completa caracterización y clasificación de tipos celulares del cerebro de este mamífero. Los resultados ayudan a comprender mejor la organización de este órgano, los circuitos neuronales y la función de cada una de sus células, además de contribuir a la investigación de los trastornos neurológicos en humanos.
El consumo crónico de este tipo de bebidas produce alteraciones en la microestructura cerebral que son notables en la sustancia blanca y que progresan incluso durante la abstinencia. Investigadores del Instituto de Neurociencias han conseguido proteger dicha sustancia al emplear la estimulación magnética transcraneal.
Una investigación del Instituto de Neurociencias de Alicante ha detallado, por primera vez, el ‘efecto espejo’ que permite a ambos lados del cerebro procesar la información de los sentidos de forma continua y actuar como uno solo.
Al igual que los humanos, otros animales son capaces de pensar en sitios y objetos que no están justo delante de ellos. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo internacional de científicos tras sondear los pensamientos internos de varios roedores con una interfaz cerebro-máquina.
Estos cultivos celulares tridimensionales ayudan a los investigadores a comprender los procesos biológicos en la salud y la enfermedad. Sin embargo, es difícil influir en la manera en que se organizan en tejidos complejos. Ahora, un grupo liderado por científicos alemanes ha encontrado una nueva forma de hacerlo. Su trabajo se publica en Nature Methods.
La información que percibimos del movimiento viaja desde el oído interno hasta unas zonas del cerebro llamadas núcleos vestibulares, que tienen un papel importante en el mareo. Ahora, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Washington (EE UU) han desvelado en ratones qué neuronas específicas transmiten las señales que provocan este malestar.
Un estudio internacional, con la participación Centro Nacional de Análisis Genómico, ayuda a caracterizar la diversidad celular del cerebro en desarrollo, su evolución en los cefalópodos y el repertorio de ARN no codificante propio de estos animales.
En un paquete de 21 artículos, científicos de todo el mundo presentan esta semana el primer borrador del mapa de las células del cerebro humano, donde aparecen más de 3.000 tipos diferentes. Se abre así una nueva era en la investigación de este complejísimo órgano y sus enfermedades.