Enviar un email, ver una película por streaming, comprar on line o hacer una videollamada se han convertido en acciones cotidianas en la pandemia. Pero cada una supone un impacto ambiental no solo en forma de emisiones de CO2, sino también en gasto de agua y tierra. La mayor huella recae en la transmisión de datos.
El accidente de Fukushima obligó a evacuar una gran zona alrededor de la central nuclear. Libre de humanos, jabalíes, civetas, mapaches japoneses y macacos, protagonistas del #Cienciaalobestia, han sobrevivido a la contaminación, como lo hicieron otros animales 35 años antes en Chernóbil. El área experimenta ahora un proceso de renaturalización.
Gracias a la participación de más de 400 ornitólogos voluntarios que recogieron más de 126.000 registros de pájaros, un equipo de científicos pone en evidencia que durante el confinamiento no hubo más aves en el entorno urbano, sino que se oyeron y se vieron más gracias a su rápido cambio de comportamiento.
Un estudio internacional, liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona, alerta de que la actividad turística genera el 80 % de los desperdicios marinos que se acumulan en las playas de las islas mediterráneas durante los meses de verano. Para los investigadores, la pandemia puede ser una oportunidad para replantear el modelo de turismo sostenible.
Los paisajes sonoros de los océanos se están convirtiendo cada vez más en una cacofonía estridente debido al ruido generado por la actividad humana. Un estudio propone usar nuevas tecnologías de monitorización e impulsar políticas que mitiguen su impacto en los ecosistemas.
Un estudio observacional a largo plazo encuentra que los participantes expuestos a partículas en suspensión PM2.5 muestran un 8 % más de posibilidades de desarrollar esta enfermedad, mientras que la exposición al dióxido de nitrógeno y al óxido de nitrógeno se asocia a cambios en la estructura de la retina. Si se confirma este hallazgo, los autores creen que podrían plantearse nuevos tratamientos y medidas.
Un estudio europeo concluye que Madrid es la urbe de Europa con niveles más altos de dióxido de nitrógeno en el aire y la mayor proporción de muertes por número de habitantes relacionada con sus efectos en la salud. Los datos de cada población se pueden consultar en la web del instituto ISGLobal.
Un estudio liderado por expertos de la Universidad de Barcelona revela que las praderas de posidonia pueden capturar y extraer plásticos del medio marino. Este mecanismo natural podría llegar a atrapar cada año cerca de 867 millones de estos compuestos en áreas costeras.
Una alianza entre National Geographic y Rolex ha permitido llevar a cabo la investigación más importante realizada hasta la fecha en la montaña más alta del planeta, el monte Everest. Allí, un equipo multidisciplinar, formado por 34 expertos, ha recabado datos que evidencian cómo la acción humana está deteriorando el entorno del Himalaya en Asia.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han ideado un motor para camiones que aúna la tecnología híbrida con la dual diésel-gasolina. De esta forma se reducen un 92 % las emisiones de óxidos de nitrógeno, un 88 % las de hollín y un 15 % las de CO2, respecto al motor diésel, adelantándose así a la exigente normativa anticontaminación europea para 2025.