La cría en cautividad de reptiles tiene como principal objetivo la obtención de piel, pero algunos restaurantes y grupos de población también demandan su carne. Un estudio indica que su consumo puede tener efectos secundarios que harán cuestionarse las virtudes de esta ‘delicatessen’.
La exposición durante la adolescencia al éxtasis o a la cocaína aumenta los llamados ‘efectos reforzantes’, que generan vulnerabilidad a desarrollar adicción. Ésta es la principal conclusión de un equipo de investigadores de la Universidad de Valencia (UV), que ha demostrado por primera vez cómo estos cambios perduran hasta la edad adulta.
Patólogos forenses han demostrado que más del 3% de todas las muertes súbitas en el suroeste de España están relacionadas con el consumo de cocaína. Así lo indica un estudio, publicado en el European Heart Journal, que apunta que estos datos podrían ser extrapolados a gran parte de Europa, donde cerca de 7,5 millones de jóvenes (5,4% de media) han probado esta sustancia al menos una vez en su vida.
El gasto en alimentación ha bajado un 3,3% entre el 1 de octubre de 2008 y el 30 de septiembre de 2009, hasta un total de 87.645 millones de euros. Así lo ha confirmado hoy la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), Elena Espinosa, que precisó además que en términos de volumen este retroceso ha sido del 1,5% por lo que el sector resiste "bastante bien" a la crisis, y se mantiene "prácticamente estable en el consumo”. Estos datos aparecen en el último informe Mercasa. Alimentación en España 2009 presentado por el MARM.
Reducir a la mitad el consumo de sal de la población española evitaría miles de fallecimientos cada año por enfermedades relacionadas con la hipertensión. Así lo indican dos estudios que muestran el excesivo consumo de sal de los españoles, 9,7 gramos por persona y día, casi el doble de lo que recomienda la OMS. Alrededor del 70-75% del consumo procede de alimentos procesados, lo que se conoce como “sal oculta”.
Helena Eixarch y Mònica Campas, investigadoras del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) de Sant Carles de la Ràpita, en Palma de Mallorca, han desarrollado Alarmtox, un sistema de detección fiable de biotoxinas que garantize la calidad tanto de las aguas continentales como la de los productos de pesca y acuicultura para el consumo humano.