Ilustración Katsuko Saruhashi. / Curro Oñate
En enero, el Parlament decidió reivindicar a las mujeres ejecutadas por brujería en los albores de la modernidad, cuando el Viejo Continente sucumbió a la creencia en una conjura satánica. ¿Cómo pudo suceder? Interpretaciones feministas, sociológicas, religiosas y antropológicas tratan de entender aquel frenesí de persecuciones.
En la historia de la ciencia española hay un capítulo pendiente: recuperar a las mujeres que participaron en el desarrollo científico del país, y a las que, debido a la Guerra Civil, acabaron en el extranjero. De esto se ocupa el libro de Next Door Tras las huellas de científicas españolas del XX.
Los juegos infantiles son fundamentales para el desarrollo de niños y niñas. Sin embargo, poco sabemos de estos objetos en las épocas prehistóricas. Margarita Sánchez Romero ha dedicado parte de su trabajo de investigación a visibilizar el papel de las mujeres y el mundo infantil de la prehistoria reciente, un campo desdibujado en la arqueología.
El pasado mes de diciembre el Parlamento de Cataluña aprobó por unanimidad la incorporación a su legislación de la violencia de segundo orden que reciben quienes apoyan a las víctimas de violencia machista. Un estudio reciente recopila testimonios de víctimas y analiza esta forma de intimidación.
El Ministerio de Ciencia e Innovación ha presentado un estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España. Entre las conclusiones destacan que los clichés de género en ciencia continúan influyendo en la elección de sus estudios y que durante la carrera investigadora, un 8,6 % de las encuestadas había sufrido acoso sexual.
El trabajo de las científicas se valora menos y muchas veces se atribuye a sus compañeros. Este hecho se conoce como el efecto Matilda en honor a Matilda J. Gage, activista que reivindicó el papel de las mujeres en la ciencia. Ahora, una iniciativa toma su nombre para contrarrestar los estereotipos de género y devolver a las investigadoras su lugar en los libros de texto.
Es experta en las técnicas de imagen que permiten asomarse al interior de nuestro cerebro y está harta de oír que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus. Ella creó el término ‘neurobasura’, con el que denuncia la mala ciencia que trata de justificar ideas obsoletas sobre la naturaleza de unos y otras.
La falta de datos sobre el cuerpo femenino hace que multitud de objetos estén diseñados para el 50 % de la población, con consecuencias que van desde la probabilidad de morir en un siniestro a los efectos secundarios de los fármacos. Esto es lo que explica la periodista y divulgadora británica en su nuevo libro.
¿Qué tiene que ver el espiritismo con los derechos de la mujer? Mucho, según los historiadores. Este credo surgido en el siglo XIX en respuesta a una crisis de fe se transformó en una religión reformista que, aunque hoy suene extraño, fomentó liderazgos femeninos en la lucha por los derechos civiles y la educación laica.