La Cueva Eirós (Triacastela, Lugo) conserva la única secuencia del Noroeste donde se puede estudiar la transición entre los últimos neandertales y los primeros humanos modernos y acaba de proporcionar valiosa información sobre sus modos de vida, estrategias de caza y subsistencia de estas dos especies de homínidos.
El yacimiento de la Cueva Eirós permite estudiar la transición entre los últimos neandertales y los primeros humanos modernos
Cuando la mayor parte del continente europeo estaba recubierto de hielo y nieve durante la última fase glaciar del Pleistoceno (hace más de 14.000 años), los neandertales del sur de la península ibérica en la región de Gibraltar sobrevivían gracias a un refugio de biodiversidad vegetal y animal. Los restos fósiles de plantas encontrados en la Cueva de Gorham confirman ahora la diversidad única y la gran cantidad de recursos de esta zona del planeta.
Un investigador de la Universidad Rovira i Virgili (URV), en Tarragona, ha dado con la solución que permite precisar las relaciones temporales entre los artefactos que forman parte de los conjuntos arqueológicos. Ha asociado las formas de vida y comportamiento de los neandertales del Paleolítico Medio con los restos arqueológicos depositados a lo largo del tiempo. Ésta es la mejor manera de conocer la historia de las piedras.