Concha Monje trabaja en el desarrollo del robot humanoide TEO, al que ahora está implantando innovaciones de robótica blanda para hacerlo más versátil. Además, esta investigadora y profesora de la Universidad Carlos III de Madrid está muy comprometida con la promoción de la visibilidad de la mujer en ciencia y tecnología.
La falta de datos sobre el cuerpo femenino hace que multitud de objetos estén diseñados para el 50 % de la población, con consecuencias que van desde la probabilidad de morir en un siniestro a los efectos secundarios de los fármacos. Esto es lo que explica la periodista y divulgadora británica en su nuevo libro.
Siempre le han apasionado los mapas. De pequeña aprendió a cartografiar las estrellas del cielo de Nueva Delhi con el Commodore 64 que le regaló su padre cuando nadie tenía ordenador. Ahora mapea lo invisible del universo, la materia oscura. Es profesora de astronomía en la Universidad de Yale, donde también investiga sobre agujeros negros.
En ámbitos competitivos, como la política y la ciencia, la probabilidad de referirse a un profesional por su apellido es el doble si se trata de un hombre que si es mujer. Una investigación asegura que este sesgo sexista contribuye a asociar lo masculino con el prestigio y la fama.
En el Día Mundial de la Salud, la OMS recalca que ‘todo el mundo tiene un papel que desempeñar’ para alcanzar y mantener la cobertura sanitaria universal. Apenas un mes después de un histórico 8 de marzo, que ha marcado un hito en la visibilización de las contribuciones de las mujeres en todos los aspectos de la vida, es importante preguntarnos cómo es su situación en la salud pública y, más concretamente, cuál es su papel como investigadoras en este ámbito.
Los números muestran que las investigadoras publican menos, obtienen menos financiación y progresan menos en su carrera. Sin embargo, hay quienes siguen pensando que la brecha de género es una construcción ideológica. El primer paso para solucionar el problema es creer que existe, algo más difícil de lo que parece entre parte de la comunidad científica.
Cada vez hay más mujeres dedicadas a hacer frente a la segunda causa de muerte en el mundo: el cáncer. Sin embargo, la realidad es que pocas de ellas llegan a puestos de liderazgo. La iniciativa europea Women for Oncology pretende promover un acceso con las mismas oportunidades a hombres y mujeres en esta disciplina médica. Su comité se ha reunido estos días en Madrid durante la celebración de ESMO, el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica.