El paradigma dominante es que las partículas de materia oscura solo interaccionan entre sí y con la materia ordinaria a través de la gravedad. Sin embargo, astrofísicos de España y Argentina revelan que también es capaz de sentir otras fuerzas que, aunque solo modifiquen su comportamiento ligeramente, aportan una nueva clave para entender su misteriosa naturaleza.
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto la pareja de jets de agujero negro más largos conocidos, con una longitud total de 23 millones de años luz, lo que equivale a alinear 140 galaxias como la nuestra. Esta megaestructura, la mayor producida por un objeto astrofísico, es capaz de cruzar los colosales vacíos de la red cósmica.
Una investigación del Instituto de Astrofísica de Canarias revela que, en sistemas binarios, las estrellas que evolucionan en gigante roja cambian la forma en que giran con sus compañeras, volviéndose sus trayectorias más circulares. Para realizar el estudio se han analizado unas 1000 estrellas oscilantes de tipo solar y usado datos de la misión Gaia de la ESA.
Gracias a un efecto de lente gravitacional se han podido localizar cinco agrupaciones de estrellas en el arco de las Gemas Cósmicas, una lejana galaxia observada unos 460 millones de años después del Big Bang.
Con observaciones de los telescopios XMM-Newton de la ESA y Chandra de la NASA, investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio han comprobado que estas estrellas son entre 10 y 100 veces más frías que otras de su edad. El hallazgo invalida alrededor del 75 % de los modelos conocidos sobre estos densos objetos.
Los agujeros negros supermasivos en el universo infantil ya se alimentaban y comportaban igual que los actuales, según las observaciones del telescopio espacial James Webb en un brillante objeto fruto del material que cae dentro del agujero: el cuásar J1120+0641, uno de los más distantes y antiguos conocidos.
En la cima del cerro Chajnantor, a 5640 metros de altitud, el Observatorio Atacama de la Universidad de Tokio (TAO) pretende desvelar los orígenes de planetas, estrellas primordiales y galaxias con nuevos instrumentos infrarrojos.
La cartografía de galaxias y cuásares con el instrumento DESI ha permitido construir el mapa en 3D más grande del cosmos y medir su velocidad de expansión hace entre 8.000 y 11000 millones de años con una precisión mejor que el 1 %. Científicos españoles participan en estos primeros resultados del proyecto.
Un equipo internacional de astrónomos, con participación española, ha observado que la galaxia JADES-GS-z7-01-QU ya no formaba nuevas estrellas 700 millones de años después del Big Bang. Dejó de hacerlo antes y la duda es si volvió a crearlas después.
Cuando una estrella como nuestro Sol llega al final de su vida, puede engullir los planetas y asteroides que nacieron con ella. Ahora, por primera vez, se ha encontrado una firma única de ese proceso: una concentración de metales guiada magnéticamente hacia la superficie de la enana blanca WD 0816-310.