Este proyecto europeo liderado por expertos catalanes plantea la posibilidad de que las personas con discapacidades físicas puedan interactuar con su entorno a través de interfaces persona-ordenador y sensores que miden su estado físico y emocional. Estas interfaces podrían permitir a las personas controlar su hogar domótico, conectar con redes sociales en internet, y tener mayor autonomía.
Caja que contiene las manos de Louis Braille, tocada por personas invidentes en el cementerio de su pueblo natal, Coupvray, cerca de París.
Sistemas de comunicación avanzados que permitirán la comunicación entre vehículos o del vehículo con la infraestructura; transporte ferroviario más seguro y fiable, sin control humano; sensores de diagnóstico médico de post-seguimiento de pacientes. Estas son algunas de las más tendencias tecnológicas para los próximos 20 años, identificadas por el Estudio de Prospectiva -Tendencias y Aplicaciones de los Sistemas Embebidos en España.
Un grupo de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha desarrollado un nuevo dispositivo capaz de medir el tamaño de las frutas y hortalizas, y otros objetos de formas irregulares, que es mucho más simple y versátil que los sistemas convencionales.
Una investigación en técnicas de biometría facial realizada por científicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) desarrolla un sistema que reconoce un “DNI” del rostro de cada persona con las características más reseñables de su cara con una precisión de hasta un 95 por ciento.
Científicos y científicas del departamento de Bioinformática del Centro de Investigación Príncipe Felipe han desarrollado una herramienta informática de análisis de genes que se ha convertido en una de las más citadas de su categoría, y por tanto en una de las más usadas por parte de otros investigadores en la obtención de los resultados de sus artículos científicos.
Un equipo de investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha desarrollado un sistema para identificar patrones comunes en las versiones de las canciones, lo que ayudará a cuantificar cuánto se parecen las piezas musicales. La técnica, que aparece en la revista New Journal of Physics, se podría aplicar para analizar series temporales de datos en otros ámbitos, como la economía, la biología o la astronomía.