Una investigación sobre cotorras invasoras en España demuestra que las relaciones sociales influyen en la cantidad de chillidos y graznidos que estas aves son capaces de emitir. Los resultados muestran cómo la sociabilidad en animales podría haber impulsado formas de comunicación complejas.
Ronan es el nombre del único mamífero no humano que ha demostrado tener un ritmo preciso gracias a su entrenamiento para distinguir el compás de la música. El hallazgo de esta investigación, publicada en Nature, desafía la comprensión que se tenía sobre la biomusicalidad en animales.
Investigadores del CSIC participan en un estudio que, tras décadas de trabajo, revela grandes cambios en el tipo, la abundancia y el crecimiento de la vegetación ártica.
Una fama injustificada. Una investigación en la Polinesia Francesa revela que ciertos tiburones muerden como respuesta instintiva de supervivencia ante seres humanos que perciben como amenazas.
Coleccionista de huesos. Así es Eupithecia spp, una nueva especie de larva descubierta en Hawái que tiene el peculiar comportamiento de patrullar telarañas adornada con partes del cuerpo de insectos muertos.
Un nuevo estudio revela que estos animales se alían para hacer frente a los machos y mantener el poder en sus sociedades. Es la primera vez que se tienen pruebas empíricas de esta inusual dinámica dadas las desventajas físicas.
Una investigación publicada hoy en Nature, codirigida por Carles Lalueza-Fox, director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, ofrece una inesperada visión de una de las culturas marítimas más influyentes de la historia.
La científica ha sido galardonada en la XVII edición de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático y Ciencias del Medio Ambiente por demostrar de forma pionera que el aumento de las temperaturas en todo el globo afecta a las migraciones de especies tanto marinas como terrestres.
Cerca de 1.400 millones de personas viven en zonas donde el suelo contiene niveles perjudiciales para la salud humana y los ecosistemas de arsénico, cadmio, cobalto, cromo, cobre, níquel y plomo. Esta es la principal conclusión de un estudio internacional liderado por la Universidad de Tsinghua en China.
Un nuevo estudio revela que el uso de sustancias protectoras de la piel como el ocre, la ropa y el uso de cuevas como refugio fueron fundamentales para que los humanos sobrevivieran al exceso de radiación solar que se dio cuando se desplazaron los polos magnéticos hace 40 000 años. Los neandertales, que carecían de estas tecnologías, se extinguieron alrededor de ese tiempo.