Una nueva especie de este grupo extinto de pez lagarto, descubierta por dos aficionados a la paleontología y analizado por científicos europeos, pudo llegar a medir más de 25 metros de largo. Su reinado no duró mucho: se cree que se extinguieron durante el evento de extinción masiva del Triásico tardío.
Técnicas de imagen, IA y una mosca robótica. Así han analizado investigadores de EE UU el funcionamiento de esta complicada articulación de los insectos. Los resultados podrían aportar información sobre las innovaciones biomecánicas que condujeron a la evolución de su vuelo.
Imagen del día destacada por Copernicus. / Copernicus.eu
El vuelo de los insectos, el camuflaje de los pulpos y la cognición humana son tres ejemplos de innovación evolutiva que se basaron, en parte, en eventos de duplicación de genes hace cientos de millones de años.
Han seleccionado a esta especie como bioindicador para vigilar la acumulación de plásticos en el Atlántico norte. La investigación conjunta del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Universidad de Azores indica el umbral a partir del que tomar medidas para controlar y mitigar la presencia de estos contaminantes en el medio marino.
La investigación está liderada por la Universidad Complutense y ha estudiado las relaciones de parentesco de 58 individuos inhumados en la submeseta norte de la península ibérica durante las edades del Cobre y el Bronce. A excepción de la hermandad hallada en el yacimiento arqueológico de Tordillos (Salamanca), en ningún otro caso se encontraron vínculos familiares entre los individuos inhumados de forma conjunta.
Un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana-CSIC alerta de la capacidad de la jaiba para invadir tramos de río situados muy lejos de las desembocaduras. Este crustáceo supone un problema añadido para la anguila europea, una especie que se encontraba ya en situación crítica antes de la invasión.
Las marcas de corte más antiguas de Europa sobre restos de Mamuthus meridionalis, hallados en el yacimiento Fuente Nueva 3 en Orce (Granada), confirman que los humanos comieron su carne. En la investigación, liderada por las universidades Complutense de Madrid y Granada, también aparecen marcas de dientes que apuntan a tigres dientes de sable.
Las materias primas producidas por esta actividad, como el litio, el níquel o el cobalto, son utilizadas actualmente para la fabricación de multitud de productos tecnológicos. Según una nueva investigación, más de un tercio de la población de gorilas, bonobos y chimpancés de este continente se enfrenta a riesgos relacionados con la extracción de los recursos mineros.
Una nueva investigación revela la existencia de una antigua llanura costera situada hoy tierra adentro entre las localidades de Rota, Sanlúcar de Barrameda y Chipiona.