La industria textil se erige como una de las mayores fuentes de estas partículas. A través del lavado de tejidos sintéticos, contaminan océanos y suelos y afectan a sus organismos. Además, se meten en la cadena alimentaria y pueden ingerirse a través del pescado y el marisco.
Cada año se vierten al medio natural millones de toneladas de fragmentos de plástico, una polución que se ha extendido por todo el planeta. Pero con miles de estudios publicados, los científicos aún están investigando cuáles son los efectos concretos de la contaminación microplástica en el medio ambiente.
Un estudio internacional, en el que han participado varios centros españoles, revela la forma en la que la actividad antropogénica impacta en los ecosistemas e impide la proliferación de plantas que potencialmente podrían desarrollarse en ellos. Tras analizar 5.500 lugares de todo el mundo, demostraron que en áreas con una huella humana mayor solo se detectan una de cada cinco especies que podrían crecer en ese territorio.
La Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis ha descubierto nuevos restos de esta especie de hace unos 125 a 127 millones de años durante una nueva excavación paleontológica en el yacimiento de Cabra de Mora.
Un equipo de investigadores ha analizado la disponibilidad de alimento en el valle cuando se formó Cueva del Camino, uno de los yacimientos más importantes para el estudio de esta especie en el centro de la península ibérica.
Estos quirópteros se orientan gracias a la ecolocalización —emitiendo sonidos e interpretando el eco que generan—. Una nueva investigación revela que, para evitar chocarse entre ellos cuando salen de una cueva, cambian su manera habitual de ecolocalizar.
Una investigación española sobre plantas fósiles muestra que especies del género Desmiophyllum estuvieron presentes en varias localidades de la provincia de Teruel y sirvieron de alimento para multitud de dinosaurios.
Científicos británicos y alemanes siguieron a más de 150 elefantes africanos durante 20 años para descubrir cómo afrontan largas caminatas de hasta más de 100 kilómetros diarios. Los resultados podrían servir para mejorar sus santuarios y favorecer su conservación.
Un equipo de biólogos de la Universidad Queen Mary, en Reino Unido, investiga este péptido, sus propiedades y su evolución a lo largo de 500 millones de años. El estudio lo identifica como un agente clave en el comportamiento alimentario de humanos y animales.
Un estudio sobre inhumaciones infantiles en un yacimiento de esta localidad gerundense confirma que los enterramientos en espacios domésticos eran una práctica común en la sociedad ibera.