Un estudio paleontológico ha demostrado que los osos pardos que todavía sobreviven en la Península Ibérica pertenecían hace 18.000 años al mismo linaje que los de las penínsulas Itálica y Balcánica, es decir, tenían los mismos genes. Las conclusiones pueden presentar una solución a los métodos actuales de conservación de esta especie en peligro de extinción.
Un equipo de científicos españoles y franceses ha descubierto en las proximidades de Barcelona varios fósiles de corales que ayudarán a entender cómo era la vida en esta región durante el Paleozoico, hace 300 y 400 millones de años. Los resultados se publican en el último número de la Revista Española de Paleontología.